miércoles, 30 de noviembre de 2016

"REFORMAS UNIVERSITARIAS: PRESENTE Y FUTURO". TEMAS PARA EL DEBATE SOBRE LA EDUCACIÓN SUPERIOR

(Intervención en el conversatorio organizado por la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, 17-11-2016)

Debo reconocer que la conformación del OCAS de mi universidad me ha abierto la posibilidad y la oportunidad de participar en este cuerpo colegiado de gobierno de la Universidad.  Al ser representante de docentes e investigadores al Consejo Universitario, para mí significa una enorme responsabilidad de representar a mis colegas docentes e investigadores en este cuerpo colegiado, y ser responsable en el co-gobierno de mi universidad y la toma de decisiones, al ser el OCAS la máxima autoridad de una IES. No pertenezco a ningún partido político, ni a ningún movimiento social u organización ni agremiación: simplemente soy un profesor universitario, que a través del diálogo, el contacto y la vivencia en la comunidad universitaria, he canalizado las aspiraciones académicas de los profesores, y a su vez, también sus problemas y sus frustraciones como docentes.

Sobre la ley de Educación Superior (LOES) en el Ecuador, debo afirmar que ella permite a los docentes e investigadores tener el derecho de elegir y ser elegidos como representante de docentes y formar parte del cogobierno de las universidades (art. 6, literal e) El artículo 17 de LOES habla del ejercicio de la AUTONOMÍA RESPONSABLE: “El Estado ecuatoriano reconoce la autonomía académica, administrativa, financiera y orgánica de las Universidades”  Esta autonomía contempla las relaciones entre IES y de esta con el Estado.  Promueve la vivencia de principios de justicia, equidad, solidaridad, participación ciudadana, responsabilidad social y rendición de cuentas. A partir del artículo 45 se plantea el COGOBIERNO COMO PRINCIPIO: el cogobierno es parte consustancial de la autonomía universitaria responsable.  “Consiste en la dirección compartida de las universidades y escuelas politécnicas por parte de los diferentes sectores de la comunidad universitaria: profesores, estudiantes, empleados y trabajadores, acorde con los principios de calidad, igualdad de oportunidades, alternabilidad y equidad de género.  Artículo 47 de la LOES menciona al Órgano Colegiado Académico Superior (OCAS): El OCAS es la máxima autoridad en una Universidad, integrado por autoridades, representantes de los profesores, docentes y graduados, y el representante de los servidores y administradores. 

¿Cuál es la problemáticas de la Universidad Ecuatoriana a partir del marco legal vigente?

Primero, hay expectativas por un futuro promisorio para la universidad: dejar la universidad mercantilista o de garaje y ser una universidad académica en el que se asegure la calidad de la educación superior, y que nuestra universidad pueda estar a la altura de las mejores universidades en el mundo.  En ámbitos universitarios se mantienen las expectativas por los cambios y mejoras. Segundo, existen miedos.  En el contexto de la educación superior ecuatoriana no se han logrado cumplir ciertos indicadores de calidad o lograr metas propuestas (me pregunto: cuántos profesores se han principalizado en estos tiempos; cómo está nuestra oferta de posgrados cuando ha habido una reducción en las universidades, y menos aún doctorados).  Para cumplir lo que dice la ley y lograr acreditaciones, se desfinanció a la Universidad ecuatoriana y ahora se evidencia que algunas tienen déficit financiero, sumado al contexto de recesión económica de los últimos meses en el país. Tercero, hay Incertidumbre en lo que pueda pasar mañana de cara a las próximas elecciones en el Ecuador.  ¿Continuará la ley y sus organismos de control de la educación superior?  ¿Se reformará?  ¿Se flexibilizará o se radicalizará?  De lo que se escucha previo a la campaña electoral, varios candidatos han manifestado su intención de revisar la ley de educación superior y flexibilizar los procesos de acreditación y acceso a las universidades ecuatorianas.

A continuación propongo algunos temas para el debate del futuro de la Educación Superior en el Ecuador a partir del marco legal vigente.

a) Acceso a las Universidades: Hay que revisar del sistema de admisión de Universidades.  ¿Se debe seguir cumpliendo el puntaje para el ingreso a determinadas carreras que reflejen EL MÉRITO Y LA CAPACIDAD DEL ESTUDIANTE?  ¿Se debe garantizar la democratización del acceso a la Universidad?  Si esta segunda suposición va,  ¿cuál es la capacidad de nuestro Sistema de Educación Superior?  ¿Todos son para la Universidad o no todos son para la Universidad? 

b)  Escalafón docente:   Las universidades tienen que pensar en el escalafón y carrera de su cuerpo docente.  ¿Cuántos profesores han logrado su principalización de acuerdo al reglamento vigente?  Los principales se mantienen con el régimen anterior de escalafón (antigüedad) y no por mérito, pero octubre 2017 está cerca que es la fecha en la que se cumple la transitoria 13 de la LOES.  Tiene que haber una flexibilización de la principalización del docente universitario y sus estímulos. Pero no todo es negativo en el escalafón docente actual.  Invita a mejorar la calidad de la enseñanza del docente y a desarrollarse profesionalmente en su ámbito disciplinario a través de la investigación.  Me preocupa el letargo o zona de confort de una cierta parte del profesorado de nuestras universidades, que al ser profesor universitario, no se capacitan en el ámbito disciplinario o en metodologías de la enseñanza, no escriben, no investigan, no renuevan su material didáctico.  El escalafón docente te desafía y te activa en este nuevo escenario de la educación superior en el país.  El ser profesional titular no te garantiza una estabilidad laboral, sino el escalafón.

c) Doctorados: la primera pregunta que me surge para un debate es sobre qué queremos hacer con los Phd o Doctores en el sistema de Educación Superior.  ¿Cuáles son las oportunidades de crecimiento académico e investigativo de los Phd o Doctores en la Universidad ecuatoriana?  Esta generación docente actual, es una generación del sacrificio (yo le llamo generación “sánduche”).  Se pide que se realicen doctorados por cumplimiento de un requisito, más no por la necesidad académica e investigativa.  A manera de sondeo, si pregunto a un docente por qué  cursa un programa doctoral, me responde: por cumplir requisito, por mantener mi puesto de trabajo, mi universidad me lo pide… Se percibe que tendremos una próxima camada de doctores o Phd más para la gestión académica que para la investigación.  En el reglamento de Doctorados emitido por el CES en agosto de este año se percibe una ESCOLARIZACIÓN DE LOS DOCTORADOS (cursos, créditos, estructurados, semiestructurados, tutorizados), pero escasamente encuentro referencias de la ESENCIA DE UN DOCTORADO que es la INVESTIGACIÓN (calidad, impacto, pertinencia, cientificidad).    ¿Cuál es la posible solución? Superar las trabas y flexibilizar los requisitos para la creación de programas doctorales y el reconocimiento de estudios doctorales.

d) Diversificar nuestra oferta académica de grado y posgrado: esto es más un desafío para las IES.  Diversificar la oferta académica de acuerdo a las necesidades del país. Ampliar la oferta de acuerdo a modalidades semipresenciales, a distancia, virtual u online y dual. 

e)  Pedagogización universitaria docente: Se debe revisar el Reglamento de Escalafón Docente en las horas de capacitación en metodología e investigación.  Dado que las horas son acumulativas, se deben aumentar en proporción a la capacitación disciplinaria.   Hay nuevas tendencias pedagógicas que la Universidad debería incorporar:  Flipped Classroom, Aprendizaje basado en Proyectos, Aprendizaje basado en Investigación, Aulas creativas  (Fablab o Maker Space); el uso de las TIC o Tecnología educativa para generar aprendizajes invisibles, aprendizajes móviles, aprendizajes ubicuos.


Esperamos que esta reflexión nos permita centrarnos en el debate de qué universidad pensamos y se propone para el presente y futuro de nuestro país.